El ejercicio de escribir hechos históricos, además de la
investigación documental e iconográfica, conlleva la responsabilidad de
exponer los distintos momentos con la mayor certeza posible o, en el
peor de los casos, elaborar una hipótesis sostenible, aunque no
descartable, si se accede a información que lo amerite.
En el área
específica de la Historia Aeronáutica Militar, el principal obstáculo
contemporáneo, radica en la competencia con la seguridad nacional; por
ende muchas veces sólo se puede describir él o los eventos de manera
superficial y con imágenes que no faciliten el riesgo de esa seguridad
(responsabilidad de todo el país - al menos en el bien entendido de que
uno se considera parte de ese país).
Mas cuando se trata de
rescatar y reconstruir el pasado, por muy cercano que se encuentre, la
visión cambia. Comenzamos la etapa de la Historia propiamente tal, de
los hechos positivos y negativos que determinaron uno u otro resultado.
De aquí se desprende el título de esta Editorial; ¿ Crítica o
Complacencia ?
Establezcamos que CRÍTICA, en su más pura y simple
definición, es la capacidad de discernir; esto es asignarle a la razón
una posición, como es en la vida real absoluta, otra cosa sería
tergiversar hechos y ello es parte de otro tema.
No ejercer esa
visión crítica, es no mostrar las cosas como fueron, de la mejor forma; o
sea revisar las opiniones, escritos y decisiones de los protagonistas y
sus detractores. Así se logra rescatar el espíritu que guió a esos
protagonistas a gestar, ordenar y concretar acciones, buenas o malas,
pero no condenarlos por ello, ya que el análisis indica que siempre
creyeron estar haciendo lo mejor para su país, o es lo que se espera de
quienes reciben la responsabilidad de Mando o Administración.
Las
conspiraciones SÍ existen, otra cosa es que TODO sea una conspiración.
Por ende, en cada momento de la Historia, sobre todo cuando se producen
los grandes cambios, hay corrientes conspirativas actuando, ya sea a
voluntad o por ignorancia - que antítesis, pero que cierto -
Ahora
posicionando el concepto conspirativo a su justa medida, sin paranoias
ni exageraciones, vemos cómo gran parte de nuestra Historia es el
resultado de acuerdos, los avances y concresiones también; contrario
sensu, los desacuerdos y análisis puntillosos de forma, las avaricias
personales o las deudas partidarias, solo producen estancamiento o
retroceso.
Volviendo sobre el tema Aeronáutico Militar, observamos
que la gestación, desarrollo y concresión de la Fuerza Aérea Nacional,
en 1930, tuvo mucho de acuerdos, conspiraciones, pero más de estudios y
capacidades intelectuales sobresalientes, además de voluntades férreas,
aunque adecuadamente flexibles.
La fase posterior o de
consolidación, no estuvo exenta de esos conceptos, máxime cuando fue en
el peor momento para la Historia Mundial.
Así la FAN, luego FACH
avanzó a su consolidación, mientras el mundo avanzaba al mayor
enfrentamiento conocido, donde chocarían las ideologías
internacionalistas con los nacionalismos a ultranza. Chile no estaba
exento de su influencia, es más, en esta apartada Nación americana, se
habían gestado ideas similares mucho antes que las que finalmente se
enfrentaron en Europa. Tema de discusión pendiente.
Con todo en
contra, dentro del país y fuera de él, la Fuerza Aérea sorteó todos los
obstáculos, con más habilidad y disciplina, que con medios.
Cual
"Espada de Damocles", la disolución institucional siempre estuvo
presente, desde antes de su creación(1920), hasta un medianamente
cercano 1978. Las razones argumentadas fueron diversas, los
"interesados" detrás de las conspiraciones formales, los mismos.
Sin
más dilación llegamos a la segunda idea de nuestro título: COMPLACENCIA
y observamos como diversas "Historias" oficiales tienden a ese
concepto, a exultar hasta el cansancio a determinados protagonistas -
sin que ello signifique que no lo merezcan -, pero dejan fuera a
demasiados, despreocupando además el "leit motiv" de la Aviación
Militar: LOS AVIONES.
Sin entrar en comparaciones, salvo un par,
el resto de las "Historias" son complacientes, muchas de ellas un
"copiar y pegar". No se puede justificar en falta de medios ni de
tiempo, menos de apoyo.
Finalmente, así como se nos exige en cada
momento hacernos cargo de nuestros actos, en tiempo presente inmediato
(valga la redundancia); ¿ por qué no se debería hacer lo mismo con
quienes habían asumido mayores responsabilidades en el pasado ? , ¿ es
necesaria la "protección" a la Historia y sus protagonistas? , a ésta
última interrogante, este Autor cree que no.
Así es que la respuesta al título es: mejor CRÍTICA que COMPLACIENTE.
Sergio Hermann
Autor - Editor
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